¿No te cansa a veces que las películas siempre muestren el mismo prototipo de amor romántico? Siempre siguiendo las mismas normas y límites que hacen verlo todo tan cuadriculado cuando en realidad debería ser algo tan sencillo. Al fin y al cabo es amor, no? Y el amor es algo tan personal, tan íntimo, tan de las personas que lo sienten que no debería regirse por reglas comunes. La idea de estar en una relación es poder diseñarla justo a la medida de las personas implicadas, olvidarse de los por qué y los cómo y siempre centrarse en la importancia de negociar.
Es importante evitar tomar decisiones cuando estén peleando y procurar tener una mente abierta, siempre dispuesta a crear nuevos espacios en los que tu y tu pareja puedan construir sus sueños y lo que desean a partir de las ganas que tienen de tener un futuro juntos. Nunca subestimes la importancia de hablar con tu pareja, ten siempre en cuenta que las cosas que son importantes para él o ella, puede que no lo sean tanto para ti, pero ahí radica la capacidad de entendimiento y empatía.
Todo en la relación vale: los esfuerzos, las ganas, la dedicación. Si las cosas parecen difíciles es importante no empezar a pensar en dejarlo todo sino seguir adelante…las relaciones se construyen día a día con complicidad y cariño sincero.
Muchas veces el amor romántico que nos venden hace parecer como si éste simplemente existiera, como si por arte de magia todo fuera a ser perfecto siempre sin tenerse que preocupar por nada. Pero no es así…en las relaciones modernas sobretodo hay factores determinantes como la falta de tiempo, los celos o la culpa. Es en este tipo de situaciones donde debemos ser extremadamente cuidadosos con lo que decimos y la manera como tratamos la situación, recomendable hacerlo siempre con cautela y sin asumir nada.
Vive las etapas de la relación con intensidad, los cimientos de un amor verdadero se construyen con pequeños detalles.